COLOMBIA (Julio 03 de 2025).        La producción de banano ha sido tradicionalmente una actividad económica clave en muchas regiones de Colombia. Las empresas del sector han asumido un rol activo en la implementación de prácticas sostenibles que fortalecen su productividad, generan impacto positivo en la protección del medio ambiente y el bienestar de las comunidades donde operan.

Un ejemplo es Uniban, que en 2024 reportó la conservación de 17 fuentes hídricas en las regiones de Magdalena y Urabá. A esto se suma la protección de 117 hectáreas estratégicas mediante procesos de reforestación, lo que contribuye significativamente a la conservación de la biodiversidad en sus zonas de influencia.

Por su parte, Banacol ha desarrollado una estrategia integral de sostenibilidad. En el marco de su enfoque en el cuidado del medio ambiente, la estrategia abarca múltiples iniciativas, incluyendo planes para la conservación del agua, la gestión responsable de residuos, la preservación de la biodiversidad y acciones concretas para abordar el cambio climático.

Estas acciones han permitido a Banacol reducir y compensar sus emisiones, obteniendo la certificación de Carbono Neutro otorgada por el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (ICONTEC) desde 2022, y manteniéndola vigente hasta la fecha. Entre las acciones destacadas, se incluye la destinación de 182,15 hectáreas a la conservación de ecosistemas y la siembra de 22,234 árboles nativos en los últimos tres años, reafirmando así su compromiso con la protección del entorno natural.

El compromiso de Banacol con la sostenibilidad también se refleja en su impacto social. Para alcanzar este propósito, Banacol desarrolla programas alineados con cuatro pilares fundamentales: formación, deporte, vivienda y salud. En 2024, sus iniciativas beneficiaron a 27.199 personas.

Otro ejemplo del compromiso social en el sector bananero, es Fundeban —la fundación social de Tecbaco— implementó en 2024 el proyecto Ruta Banarte en el municipio de Zona Bananera. Esta iniciativa transformó un contenedor de banano en un espacio cultural que ofrece talleres gratuitos de danza, teatro, pintura, música y manualidades, fomentando la creatividad y el acceso a la cultura en niños, niñas y jóvenes de la región.

Estas iniciativas reflejan cómo los productores bananeros, más allá de su rol económico, están asumiendo una responsabilidad activa con el desarrollo sostenible. Desde la protección del medio ambiente hasta el fortalecimiento del tejido social y cultural, estas acciones demuestran que es posible cultivar no solo frutas, sino también oportunidades, bienestar y futuro para las comunidades que hacen parte del corazón de esta cadena productiva.

Fuente: Central de Noticias AndeanWire

Source: Aw News Center (Colombia)